miércoles, 27 de agosto de 2008

Antípopda



Mucho se habla de la antípoda, muchos escritores hablan de que existe una antípoda. Nuestro otro yo que circula por el opuesto a nootros. No, no es un trabalenguas. La antípoda. Que no las antípodas. Nueva Zelanda, sería en nuestro caso. En mi caso, imagino, ha de ser un/a antípopda. Es decir, mi contrari@ pero mi igual. Algo curioso, no sabremos si cierto, pero muy literario cuanto menos. La verdad. da miedo pensar que justo debajo de nuestros zapatos, en el polo opuesto pueda existir alguien que piense lo mismo que tú, que sienta lo mismo que tú y que niegue lo mismo que tú. Casos extraños de igualdad y/ o diferencias diametrales. Coincidencias que se dice. O quizá el deja vù sea un indicio de este hecho tan inverosímil. Si nos paramos a pensar detenidamente, tiene su gracia el asunto. ¿Pizarnik sabría que Plath fue su antípoda? En fin. Cosas de la lectura. O del cambio climático.

Ilustración: Hundertwasser.

viernes, 22 de agosto de 2008

Jugabas


Jugabas, reías.
Como un pez en el agua:
el hielo en tus labios.
¿Me invitas a otro gin tonic?
Decías, mientras apurabas
aquel pez de limón.
Jugabas, bebías.
Yo, ansioso por bañarme en tu pecera.
Pequeña sirena de alcohol.
Jugabas, reías.

jueves, 21 de agosto de 2008

Fórmula 1


Hay algo dentro de nosotros que nos muestra qué somos nosotros.
Las carreteras visten de alquitrán sus silencios.
Lo árboles pierden hojas cuando enferman.
Los perros, esos animales de compañía, ladran cuando quieren algo.
Sólo el hombre, a veces, guarda silencio cuando sufre.
Si bien es cierto que tarde o temprano llora.
A pesar de ello a algunos locos sólo les importa obtener algún día la fórmula de la coca cola.