jueves, 20 de marzo de 2008

2-20

La una y treinta y siete de la mañana.

Llueve en la calle.

La una y treinta y ocho de la mañana.

Un latido, sólo uno.

La una y treinta y nueve de la mañana.

Todo es más sencillo ahora.

Dos siempre serán menos que veinte.

La una y cuarenta y uno de la mañana.

Llueve en la calle.

martes, 4 de marzo de 2008

Haciendo limpieza


Vuelco el bote de dixán,
y sin querer,
veo que salimos de su interior.
Los dos puestos
tras la última raya de detergente.
Siempre quise ser un click de playmobil.